La corrupción en el Poder Judicial paraguayo es actualmente aterradora. Ya no se respeta ley alguna, y no hay adonde reclamar, cuando un juez, o un fiscal se excede en sus funciones.

Prueba actual y categórica, es el homicidio múltiple practicado recientemente en la zona del Alto Paraná, Minga Guazú, hecho en el cuál estaban presentes un fiscal y un juez. Y luego pretenden las autoridades nacionales, que la presencia de dichos personajes garantiza la "legalidad" del genocidio, o, incluso, quizás, que la presencia de dichas autoridades "legitima" el asesinato colectivo.

Primero se mató a seis ciudadanos, para luego afirmar que los seis eran secuestradores, sin juicio previo, y sin defensa.

El ciudadano paraguayo, que, bajo verdadera democracia debería ser verdaderamente "ciudadano", amedrentado y perseguido por las autoridades judiciales, se ha trasformado nuevamente en súbdito, en vasallo; vasallo incondicional de la anarquía judicial.

Es hora de asumir con coraje la ciudadanía, y denunciar los abusos cometidos por los jueces, y ponerlos a conocimiento de la comunidad internacional, visto que internamente no tenemos donde presentar nuestros reclamos, donde denunciar la corrupción, la extorsión, la persecución sin causa, que afecta a todos aquellos que se niegan a pagar "coima".

Para este objetivo se prepara esta página. En ella queremos publicar las resoluciones absurdas dictadas por jueces, magistrados, miembros de la Corte suprema, fiscales paraguayos, en un llamado por socorro.

Invitamos a los lectores que nos envíen sus experiencias, documentadas con resoluciones judiciales, a fin de que éstas, después del correspondiente análisis, sean publicadas en esta página.

Sólo se publicará aquellos casos que se nos envíen debidamente documentados, una vez analizados por su contenido, y con los comentarios del remitente y/o nuestros propios comentarios.

Hans Otto Kroeger